Georges Rodenbach

El belga Georges Raymond Constantin Rodenbach, al igual que su primo Albrecht (cuya biografía ya figura en el archivo de Poemas del Alma), eligió la literatura para dar a conocer sus talentos artísticos. A nivel mundial se lo recuerda por una obra maestra que ha sido presentada en español como “Brujas la muerta”, pero vale la pena hacer foco en su figura y descubrir todas las actividades y vivencias de este prolífico exponente del ámbito de las letras.

En primer lugar es interesante resaltar que este hombre nacido en la ciudad de Tournai el 16 de julio de 1855 creció en Gante, urbe donde se formó en Derecho y cultivó un vínculo de amistad con el escritor Émile Verhaeren.

Con el objetivo de incentivarlo a profundizar sus conocimientos académicos, su padre lo envió a París. Antes de mudarse a Bruselas para ganarse la vida como abogado y periodista, Georges se puso en contacto con los círculos literarios de la capital gala.

Previo a su regreso a Francia, país en el cual sumó amigos como François Coppée y Joris Karl Huysmans, Rodenbach debutó como poeta a través de “Le Foyer et les Champs”.

Con el tiempo, quien fuera colaborador de “La Jeune Belgique” y “La Flandre Libérale” amplió su producción literaria con “La Mer élégante”, “La Jeunesse blanche”, “L’Art en exil”, “Le Voyage dans les yeux”, “L’agonie du soleil”, “Les vies encloses”, “Agonies de villes” y “Musée de béguines”, por señalar otros títulos a modo de referencia.

Este escritor que organizó y ofreció numerosas conferencias eligió pasar la última parte de su existencia en París, instalándose allí en 1888, año que coincide con el de su casamiento con Anna-Maria Urbain. Según se advierte al repasar sus vivencias, Constantin, su único heredero, fue naturalizado francés.

Georges Rodenbach, cuyos textos aparecieron asimismo en “Diario de Bruselas” y “Le Figaro”, encontró la muerte el 25 de diciembre de 1898 en la capital francesa.



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