A lo largo de la historia, numerosos escritores han contribuido a engrandecer al maravilloso mundo de las letras, pero no demasiados autores han logrado obtener prestigio y popularidad a escala internacional.
Dentro de ese selecto grupo de personas que consiguieron a fuerza de trabajo, compromiso y creatividad transformarse en un destacado exponente del ámbito literario se encuentra John Milton, un poeta y ensayista inglés que nació en Londres el 9 de diciembre de 1608.
Este literato que, aún en la actualidad, es señalado como una de las figuras más sobresalientes de las letras inglesas tenía conocimientos de varios idiomas (poseía nociones de latín, griego y hebreo y hablaba con fluidez el francés, el español y el italiano) y una buena formación académica. Durante su juventud, este escritor fue alumno del Christ»s College de Cambridge y se preocupó por profundizar sus saberes a través de la lectura de obras sobre teología, filosofía, historia, política, literatura y ciencia.
En 1638, Milton abandonó su tierra natal para conocer ciudades como París, Florencia y Ginebra. Poco después, el viaje llegaría a su fin de modo imprevisto porque, para ese entonces, había llegado a oídos del inglés que un amigo suyo de la infancia había fallecido, así como también el rumor de que una guerra civil asolaba a su patria.
Ya de regreso en Londres, el autor optaría por iniciarse en la escritura, fundaría un establecimiento educativo para jóvenes de familias aristocráticas y asumiría un rol activo en materia política.
En 1642, John contrajo matrimonio con Mary Powell, pero el vínculo no perduró demasiado ya que ella, disgustada con la personalidad de su flamante esposo, resolvió volver junto a sus padres. Un año más tarde, Milton publicaría «Doctrina y disciplina del divorcio» y, en 1644, «El juicio sobre el divorcio de Martin Bucer». Pese al distanciamiento inicial, la pareja volvería a unirse en 1645 y, fruto de ese amor, nacerían Anne, Mary y John.
Tras el deceso de su primera mujer, el poeta volvería a probar suerte en el amor de la mano de Katherine Woodcock (con quien llegó a tener una hija) y, más adelante, con la joven Elizabeth Minshull.
Como se puede apreciar al analizar su trayectoria, este hombre que falleció el 8 de noviembre de 1674 se hizo célebre gracias a una destacada producción literaria que incluye propuestas como «Sobre la educación», «El oficio de la magistratura y el reinado» y «El paraíso perdido», muchas de las cuales han sido traducidas a diversos idiomas.