Cien sonetos de amor
Recordarás aquella quebrada caprichosa
a donde los aromas palpitantes treparon,
de cuando en cuando un pájaro vestido
con agua y lentitud: traje de invierno.
Recordarás los dones de la tierra:
irascible fragancia, barro de oro,
hierbas del matorral, locas raíces,
sortílegas espinas como espadas.
Recordarás el ramo que trajiste,
ramo de sombra y agua con silencio,
ramo como una piedra con espuma.
Y aquella vez fue como nunca y siempre:
vamos allí donde no espera nada
y hallamos todo lo que está esperando.
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Comentarios18
Realmente es un orgullo para nuestro país, cómo quisiera ese don tan elegante para dedicárselo a lo más bello de este mundo.
Lo admiro
TODAVIA SIGUE VIVA AQUELLA TARDE CUANDO TUS BRAZOS TOCARON MI CUERPO CON AQUELLA TIMIDEZ, ESE MOMENTO PARECIO ESFUMARSE SIN MAS, PERO QUEDO IMPREGNADO AQUI EN MI CORAZON
Simplemente de un genio....
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