A los 82 años de edad, víctima de un paro respiratorio, falleció el escritor, dramaturgo y guionista mexicano Emilio Carballido. Su muerte se produjo ayer por la noche, en la ciudad de Xalapa (a 240 kilómetros de la capital de México).
La salud del escritor se había visto afectada en los últimos años. Una trombosis cerebral a fines de 2002 y una neumonía en 2003, sumada a la colocación de un marcapasos en 2005, fueron algunos de los inconvenientes que Carballido debió padecer. El lunes había ingresado al Hospital Civil de Xalapa al sufrir un cuadro agudo de insuficiencia pulmonar, pero murió apenas veinte minutos después pese a los esfuerzos de los médicos. Su cuerpo fue velado en Bosques del Recuerdo.
Nacido el 22 de mayo de 1925 en Córdoba (Veracruz), Carballido cursó estudios de letras inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde fue alumno de Xavier Villaurrutia.
Su fama como dramaturgo le llegó en 1950, cuando presentó “Rosalba y los llaveros” sin que estuviera todavía terminado el último acto. Luego escribiría otras obras exitosas, como “Te juro Juana que tengo ganas”, “Rosa de dos aromas” y “Orinoco”.
Carballido también se dedicó a la escritura de novelas, un género donde editó libros como “Las visitaciones del diablo”, “El norte”, “La veleta oxidada” y “El sol”, y a la coordinación de distintas antologías de teatro.
A lo largo de su trayectoria, ha recibido reconocimientos como el Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón y el Ariel de Oro de la Academia Mexicana de las Artes y Ciencias Cinematográficas. También fue acreedor de una beca Rockefeller en 1950 y de otra del Centro Mexicano de Escritores entre 1952 y 1956.
Con la aprobación de la Ley de Sociedades de Convivencia en la ciudad de México, en marzo del año pasado Carballido tuvo la oportunidad de formalizar su unión sentimental con el coreógrafo Héctor Herrera, con quien mantuvo una relación de más de veinte años.
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