LONGEVIDAD A TODA PRUEBA
Pasados ya muchos años se animó
a comprobar si la higuera que recordaba a menudo
de verdad había existido o era, tal vez, que la memoria
la había inventado,
había exagerado el lado poético del tiempo ido,
o simplemente, la memoria había puesto cosas de su cosecha,
ideas, sensaciones de tono más bien literario.
Pero resultó que estaba allí, sí, que seguía
en el mismo punto, asomada, al borde de un barranco.
Como de costumbre, ninguna nube tapaba
el sol ya alto, que era un sol de primavera,
fresco pero también refulgente
contra las húmedas superficies del campo.
La misma higuera que recordaba de sus andanzas
juveniles, pero mucho más vieja
y ya reducida al tronco básico,
con un par de ramitas atrofiadas que apenas sobresalían
y rayaban el azul del firmamento,
mucho más cerca de un monolito que de un árbol.
¿Ya casi sin vida, exánime,
era la misma que
había proporcionado cestas de jugosos frutos?
Sí, pero allí se elevaba de otro modo, como si hubiera
Resistido, sin queja, todo este tiempo las circunstancias
contrarias: los terremotos, sequías, talas de pinos. Seguía allí, aún vigente,
aunque convertida en otra,
casi en un objeto distinto.
Fue difícil encontrarla porque ya había perdido
su pompa característica, y era como si
la decrepitud manifiesta en todos los pormenores
no hubiera menoscabado su obcecación del principio,
desde el jardín de la infancia,
su ímpetu originario.
Gaspar Jover Polo
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Autor:
gaspar jover polo (
Online) - Publicado: 29 de diciembre de 2025 a las 14:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

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