Ay cielo celeste de verano,
Tal como un niño en un cumpleaños eterno,
Tu padre el sol se despide impaciente de sus invitados y va hacia abajo,
Y ni tirándote de las orejas puede sacarte,
Se siente traicionado por tu insolencia
Porque vos nunca querés ir para abajo,
Siempre querés mantenerte en lo alto,
Y es mejor para nosotros, tus huéspedes.
El verte rebelde surcando todo
Cielo celeste de verano.
Todos tus hijos estamos en vos, y vos estás en todos.
Tus nubes parecen agarrarte a jirones
Para que no te vayas,
Y tu suavidad que parece lijada por la mano de un dios hace dichosos los ojos que te ven.
Tu frescura inunda de clamor todos los patios y llena de júbilo al caminante,
Que se siente rebalsado de gracia al sentir la penumbra inmortal de las palomas incluso cuando debería caer el cuervo que pernocta en el día, y su atardecer diurno que campanea a la noche.
Y lo mejor de todo,
Es que mañana te volverás a rebelar.
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Autor:
el bardo (
Offline) - Publicado: 28 de diciembre de 2025 a las 11:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Hernán J. Moreyra

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