el bardo

Cielo celeste de verano

Ay cielo celeste de verano,

Tal como un niño en un cumpleaños eterno,

Tu padre el sol se despide impaciente de sus invitados y va hacia abajo,

Y ni tirándote de las orejas puede sacarte,

Se siente traicionado por tu insolencia

Porque vos nunca querés ir para abajo,

Siempre querés mantenerte en lo alto,

Y es mejor para nosotros, tus huéspedes.

El verte rebelde surcando todo

Cielo celeste de verano.

Todos tus hijos estamos en vos, y vos estás en todos.

Tus nubes parecen agarrarte a jirones

Para que no te vayas,

Y tu suavidad que parece lijada por la mano de un dios hace dichosos los ojos que te ven.

Tu frescura inunda de clamor todos los patios y llena de júbilo al caminante,

Que se siente rebalsado de gracia al sentir la penumbra inmortal de las palomas incluso cuando debería caer el cuervo que pernocta en el día, y su atardecer diurno que campanea a la noche.

Y lo mejor de todo,

Es que mañana te volverás a rebelar.