Me dicen loco,
que camino sucio, harapiento,
oliendo al sudor del olvido
al que la sociedad me ha condenado.
Pero no saben
que alguna vez tuve techo,
que mi nombre respondió a una voz,
que reí con el viento
cuando todavía caminaba erguido
entre ellos.
Ahora mis pasos suenan a derrota
sobre una vereda fría,
duermo donde la noche no pregunta
y busco pan
entre bolsas rotas,
entre restos que no eligieron caer.
Busco también una mirada
que no huya,
que no se apure,
que no finja no verme.
Sí, ando sucio.
No me lavo las manos.
El agua escasea,
pero el polvo se queda.
Y ese polvo me recuerda
que sigo aquí,
que llevo historias marcadas en la piel,
que cargo días sin promesas
y noches largas como el hambre.
Tengo un corazón
que aún late,
lento,
cansado,
humano.
Late tan bajo
que el mundo no lo escucha,
y solo me deja respirar
este oxígeno frío
que llaman indiferencia.🚶
Derechos Reservados del autor 27/12/2025
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Autor:
Henry Pumacayo (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 28 de diciembre de 2025 a las 00:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: William Contraponto, Scarlett-Oru

Online)
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