Los amantes

Los amantes de convento

A Griselda, la conocí una tarde de verano, ella estaba haciendo unas elongaciones en el parque. Estaba algo contracturada, y preferió, salir a caminar, que tomarse un relajante muscular.

En el parque también habían niños jugando en los columpios, ella los miraba con cierto aire de tristeza, luego me enteraría que había hecho muchos planes para quedar embarazada y sin lograrlo también su pareja.

La búsqueda, las inseminaciones toda el proyecto de ser padres se había ido al carajo.....Por eso, quizás al verme allí , sin apuro y sentada bajo un árbol se prestó al diálogo.

_ ¿Te gustan los niños, parece, estas viéndolos y también tienes un tejido? Para quien estás haciendo esa rebeca, para algún nieto?

_ No precisamente, mis nietos ya están crecidos, se fueron, se independizaron y me vienen a ver de vez en cuando, me gusta sentarme al fresco, y tejer estas rebecas para el hospital de niños.

_Qué bien, practicas el voluntariado.

_Algo de eso, ahora que estoy mayor colaboro tejiendo y una vez por mes viene una joven , me deja unos ovillos de lana, y se lleva algunos escarpines , o lo que haya tejido, mis manos ya no son las de antes...

_ ¡Caramba qué interesante!, tu labor. Yo estoy un poco perdida, estos días, y muy contracturada, salí a caminar para despejarme un poco, tomar aire fresco, dentro de lo posible...Sabes el calor no me gusta nada, me baja la tensión y no me dan ganas de hacer absolutamente nada.

_ Sin embargo viniste al parque.

_ Si es cierto, estoy muy sola en mi casa, y cuando me siento un poco triste, salgo y me hace bien. Hoy no trabajo, tengo libre...Asi que estoy aquí.

(Allí las dos se sientan en la misma banca a la sombra del árbol, una suspira y la otra sigue tejiendo.)

_ Cuéntame si quieres, y si es que te puedo ayudar en algo para que te sientas mejor, tienes la mirada triste.

_ Así es, ver a los niños, me recuerda que no pude ser madre, mi pareja....(carraspea) También nos desgastó la búsqueda, y él ya es padre de dos niños. 

(gran silencio)

_ Tal vez no hayas venido a este mundo para ser madre....

_ Si lo ansié, durante mucho tiempo, incluso llegué a quedar embarazada pero, los perdía, ( sorbe y saca un pañuelo).

Siempre soñé con ser madre, desde pequeña, tenía mi bebé de juguete, le cambiaba la ropa, lo bañaba, hasta le llegué a poner perfume ( se sonríe) y luego pasé a la etapa, de no poder ver ningún bebé , lloraba....Llegué a apagar el televisor, cuando aparecía una publicidad....

_ Mira , siempre hay un próposito en la vida, tú lo supiste desde temprana edad. No pudo ser, suéltalo, seguramente te habrás desarrollado de otra manera.

_ Si , si claro, soy economista de una empresa, me va muy bien , pero me siento muchas veces vacía, no sé como explicarlo.... A veces recurro a mis recuerdos cuando era joven.

_ Qué interesante, y ¿qué hiciste de jovencita?

_ Estudié y cuando egresé , siempre me atrajeron las cosas místicas, y a través de una amiga, fui al sur a un monasterio a hacer votos de silencio. Había vivido muy estresada, las últimas asignaturas. Fueron complejas, había que escribir monografías, recabar mucha información . Y mi amiga era algo esotérica, y me habló de esa experiencia que había tenido en el sur. Que difícilmente, podría transmitirla porque había que vivirla.

Así que me registré, estuve en el monasterio, me atendieron amablemente en un comienzo, ellas, y me dieron cierta ropa, y me mostraron la celda, donde pernoctaría, haría no solo votos de silencio, sino que también ingresaba a colaborar en todas las labores del monasterio. Desde al jardín a la cocina, y lustrar muy bien el bronce.

Del otro lado, estaba el monasterio,  donde residían los monjes, los varones realizaban también sus tareas, pero a la hora de la misa , era un padre el que daba la ostia.

Poco a poco, vi como en el silencio, en las miradas, habían vínculos entre ellos más allá de las palabras. De hecho no pude comprobar nada, pero doy por sentado, que cuando no habían personas que entraban como visitante, intercamabiaban fluídamente.

(rosi12)