Poema “Naufragio en tu nombre” 🥀, de Miguel Morningstar, en Poemas del Alma

María…
Tu nombre, fresco como la orilla,
me hiere de calma y de sal;
es un faro que nunca vacila,
pero me arrastra a naufragar.

Tu cabello…
es un río de sombras dormidas,
un refugio de luna y temor;
si lo rozo, mi alma se inclina
como un rezo que sangra de amor.

Tus ojos…
dos abismos que el mar no contiene,
me absuelven y vuelven a herir;
en su marea mi fe se sostiene,
pero no sé si aprendí a vivir.

María del Mar, diosa y espuma,
promesa de luz y de ruina;
quien te contempla olvida la bruma,
quien te sueña… se pierde y adivina.

Y yo, sombra de lo que fui,
me entrego a tu eternidad;
pues aunque me pierda en ti,
solo en tu nombre sé naufragar.

Y si en tus mares no hallara abrigo,
quizás me pierda sin razón;
mas en perderme contigo,
encuentro mi salvación.

Tal vez no quieras mi canto,
ni mi voz te logre gustar;
pero si me aceptas un tanto…
quizás aprendas a amar.

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Autor: Miguel Morningstar ( Online)
Publicado: 25 de diciembre de 2025 a las 23:20
Comentario del autor sobre el poema: Este poema no fue un intento de amor. Fue un ensayo —una medición. Después de tanta piel y tanta herida, necesitaba saber si aún podía escribir romanticismo sin romperme por dentro. “Naufragio en tu nombre” nació para comprobar si mi alma aún tenía espacio para la ternura. La chica a quien fue dirigido lo leyó, le gustó, y hasta ahí llegó. Nunca hubo un paso más —porque no quise darlo. No fue miedo, ni timidez, ni duda. Simplemente no tenía intención de invertir tiempo en algo que, sinceramente, no buscaba. Era un poema, no una puerta abierta. La verdad es simple: yo realmente estaba enamorado de otra persona. Mi corazón, aunque roto y en proceso, seguía teniendo un nombre tatuado en la costilla. Y por eso este texto se convirtió en otra cosa: no una confesión, sino un testimonio de que el poeta en mí sigue vivo, incluso cuando yo decido no vivir lo que escribo. Hoy lo guardo como una pieza hermosa dentro de mi colección: un recordatorio de que también puedo amar sin poseer, escribir sin necesidad de resultado, y dejar que la palabra naufrague… sin tener que hacerlo yo.
Categoría: Amor
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