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Se combate como combaten los caballeros por una dama:
con el cuerpo en promesa,
el nombre en riesgo,
y la espada al servicio de una sola mirada.
Se enfrentan monstruos que nadie ve;
se juran silencios;
se ganan batallas que no serán cantadas.
Todo por el milagro menor y absoluto:
Que su atención repose un instante en su caballo
Y el nombre propio quede inscrito en su mundo.
β§β§
Pero no había dama en la promesa.
El favorito resultó ser armadura:
Un caballero disfrazado de elección,
hierro donde se esperaba piel.
No hubo gracia ni cuento,
Solo honor rígido,
Solo pruebas sin recompensa.
Y ahora, despojado del ideal y del nombre,
Sin torneo que lo justifique,
Solo queda lo que nunca aprendió a pedir:
ππ« ππ π±π¬ π‘π’π°π’π°ππ’π―ππ‘π¬ π‘π’ ππͺπ¬π―.
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Autor:
β’ ΞLCIDΞΟ β‘βοΈ (
Offline) - Publicado: 23 de diciembre de 2025 a las 09:12
- CategorΓa: Amor
- Lecturas: 1

Offline)
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