โง
Se combate como combaten los caballeros por una dama:
con el cuerpo en promesa,
el nombre en riesgo,
y la espada al servicio de una sola mirada.
Se enfrentan monstruos que nadie ve;
se juran silencios;
se ganan batallas que no serán cantadas.
Todo por el milagro menor y absoluto:
Que su atención repose un instante en su caballo
Y el nombre propio quede inscrito en su mundo.
โงโง
Pero no había dama en la promesa.
El favorito resultó ser armadura:
Un caballero disfrazado de elección,
hierro donde se esperaba piel.
No hubo gracia ni cuento,
Solo honor rígido,
Solo pruebas sin recompensa.
Y ahora, despojado del ideal y del nombre,
Sin torneo que lo justifique,
Solo queda lo que nunca aprendió a pedir:
๐๐ซ ๐๐ ๐ฑ๐ฌ ๐ก๐ข๐ฐ๐ข๐ฐ๐ญ๐ข๐ฏ๐๐ก๐ฌ ๐ก๐ข ๐๐ช๐ฌ๐ฏ.