Bajo la lluvia y el cielo gris, me hallaba sumido en el aire que rozaba mi cara. Sentí tus pasos densos y, poco a poco, te logré ver: era una mujer. Mis ojos café dejaron de ser amargos, sumidos en tu belleza y en tu encanto.
Sus ojos fijos, perdidos en el gris del cielo, no brillaban; eran fríos como el acero. Su cabello largo, color ceniza, mojado se movía hábilmente con la brisa. Te acercaste y los latidos rápidos de mi corazón resonaban bajo el asfalto; me advertían que no era ese tu único encanto.
Tocaste mi frente; tu mano fría me recordó a la muerte. Tus labios fríos presionaban los míos; te seguí el beso. Mis labios helados ya estaban morados y no paré hasta que mi pulso se extinguió en el silencio.
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Autor:
Darling Kira (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de diciembre de 2025 a las 19:49
- Comentario del autor sobre el poema: Escrito por mi, con alguna idea de Kei. Gracias Kei.
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal

Offline)
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