A veces lo pienso:
que no soy muy madura,
que no cumplo las expectativas
de este mundo complejo,
que como adulto te exige
en diferentes ocasiones
ser valiente, maduro,
capaz y acerado.
De gran prócer y afable,
son las bases
de un adulto responsable:
que ya no juegues mucho,
que imagines poco,
que rías menos,
con un gran rigor.
A veces lo pienso:
que soy un poco rara,
que no realizo acciones
de un adulto completo.
En este mundo complejo
me alejo poco a poco
ante tanta exigencia.
Mi cuerpo no aguanta,
el miedo me atrapa,
la ansiedad me consume,
mis labios se sellan,
mi mirada se esconde.
La voz de mi alma anhela,
de forma ferviente,
poder ser más valiente.
Y la voz de mi mente se enoja,
pero mi corazón le susurra
con dulce voz delicada:
Hoy no podrá,
pero mañana sí.
Y mi mente se calma,
tornándose amable,
y vuelvo a mi mundo
en que un adulto sí juega,
en que un adulto imagina.
Y alegro mis días con risas
hasta que la valentía llegue a mi vida,
y con un hoy sí se pudo
este adulto ya no se esconde.
-Kenia Arancibia-
-
Autor:
Varen (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 18 de diciembre de 2025 a las 21:06
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema es un permiso: para jugar, imaginar, sentir y crecer a nuestro propio ritmo. Porque la adultez también puede ser sensible, humana y en construcción.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Online)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.