Kenia Arancibia

Compleja adultez

A veces lo pienso:

que no soy muy madura,

que no cumplo las expectativas

de este mundo complejo,

que como adulto te exige

en diferentes ocasiones

ser valiente, maduro,

capaz y acerado.

De gran prócer y afable,

son las bases

de un adulto responsable:

que ya no juegues mucho,

que imagines poco,

que rías menos,

con un gran rigor.

A veces lo pienso:

que soy un poco rara,

que no realizo acciones

de un adulto completo.

En este mundo complejo

me alejo poco a poco

ante tanta exigencia.

Mi cuerpo no aguanta,

el miedo me atrapa,

la ansiedad me consume,

mis labios se sellan,

mi mirada se esconde.

La voz de mi alma anhela,

de forma ferviente,

poder ser más valiente.

Y la voz de mi mente se enoja,

pero mi corazón le susurra

con dulce voz delicada:

Hoy no podrá,

pero mañana sí.

Y mi mente se calma,

tornándose amable,

y vuelvo a mi mundo

en que un adulto sí juega,

en que un adulto imagina.

Y alegro mis días con risas

hasta que la valentía llegue a mi vida,

y con un hoy sí se pudo

este adulto ya no se esconde.

 

 

-Kenia Arancibia-