CORRE, AMILAMIA, CORRE
La niña Amilamia corría y corría por el ligero
prado en pendiente del parque municipal y,
el día en que se despidió de su amigo el ingeniero,
le entregó un sobre con la dirección,
que este hombre joven, este muchacho inteligente
y comprensivo, no quiso abrir enseguida,
sino después de algún tiempo,
de algunos años, y, para entonces,
le pareció ingenua la nota explicativa,
y divertida, encantadora, prodigiosa
tanto que le hizo dar un salto atrás,
que, en su pensamiento, ocupó todo el espacio.
Y acto seguido tuvo la idea este hombre de dirigirse
hacia la casa donde vivía Amilamia,
hacia allí precisamente, que era un lugar
que no le quedaba ni demasiado cerca
ni demasiado lejos.
Aunque, tal vez, tomó esta decisión un poco tarde
pues parecía lógico pensar que ya la niña
graciosa se habría convertido en una persona adulta,
en una mujer rotunda,
y que habría perdido ya
la ingenuidad y la gracia en sus movimientos.
Era un hombre todavía joven, sí,
pero no con suerte en la vida,
sino que se trataba, sobre todo, de un hombre improductivo,
en extremo dubitativo, por lo que quiso aferrarse a este leve
comienzo de esperanza, a este principio de optimismo
como si la nota fuera un salvoconducto,
como una llave secreta que pudiera abrir,
tal vez, la cárcel de sus pensamientos.
Gaspar Jover Polo
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Autor:
gaspar jover polo (
Offline) - Publicado: 18 de diciembre de 2025 a las 06:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Mª Pilar Luna Calvo

Offline)
Comentarios3
No nos dejes con la incertidumbre y escribe una segunda parte, saludos.
La segunda parte, como dices tú, la puedes leer en el extraordinario cuento escrito por el narrador mejicano Carlos fuentes y que se titula "La muñeca reina", pues este poema esta inspirado en el texto de Fuentes.
La segunda parte, como dices tú, la puedes leer en el extraordinario cuento escrito por el narrador mejicano Carlos fuentes y que se titula "La muñeca reina", pues este poema esta inspirado en el texto de Fuentes.
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