3- Oración para el Tiempo que Habitamos
 
 
Quédate, Padre, al pulso de mis horas, cuando el presente tienda sus fronteras; habita el pan sencillo de la mesa y el claro peso fiel de cada día.
 
Ordena el paso incierto de mis obras, templa mi voz en medio del estruendo; que no negocie nunca la conciencia ni trueque luz por miedo o conveniencia.
 
Dame un oído atento a la injusticia, un hombro fiel al lado del que cae, valor sereno cuando el bien es caro.
Y al cerrar este año entre tus manos, decir sin ruido, libre de vanidad: viví en tu paz, y el tiempo fue morada.
 
 
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