Miro las calles desiertas.
Las hojas en los árboles
se sientan a llorar quedo.
Los estómagos revientan su porquería
junto a un estante
en donde los ordinarios guardan
su desdicha en una caja.
Las bestias duermen y su sueño
revolotea entre las moscas.
Hay gritos apagados
dentro de las cajitas bobas que siguen
inflando mentiras cual globos de fiesta;
y una zozobra en el alma,
un ahogamiento colectivo
en el interior de los cuerpos;
y un leño consumido, vuelto cenizas,
arrinconado allá
en donde los ojos del dios que todo lo ve
no pueden verlo.
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Autor:
Manuel Valles (
Offline) - Publicado: 16 de diciembre de 2025 a las 03:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez

Offline)
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