Protegido por cerrojos de sosiego,
en medio del silencio y del agua,
dócil, con la voz vulnerada por mutismos,
y las manos paralizadas por temores,
intentando descubrir el santuario de la carne,
con los nombres propios de las partes de tu cuerpo,
rodillas, muslos, vientre, senos,
labios, pecho, rostro, ojos,
así, intentando despojarme de mis miedos,
te recreo tiernamente en mis sentidos,
mientras despiertas junto a mí en la alborada.
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Autor:
Jose Barrientos (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 12 de diciembre de 2025 a las 11:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Offline)
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