El olor azulado, bajamar
dando aire a la vida muy deprisa.
Gabinete colgado en la sonrisa,
espolón de la luz puesta a rodar.
Allí que habita en salazón el mar:
estancia donde el alma tiene prisa
por dividir por su mitad la risa.
Allí que la madera fue el ajuar
y el beso se recoge en la estacada
entre una luz de luz entrecortada.
Comisura es de olor entretenida,
misterio del aroma entusiasmado,
allí que grita con vigor la vida
en un azur del ocre acostumbrado.
Del libro: El libro de los olores
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Autor:
Cristóbal López de la Manzanara (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 11 de diciembre de 2025 a las 07:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Offline)
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