Cristóbal López de la Manzanara

OLOR ÚLTIMO

 

 

El olor azulado, bajamar

dando aire a la vida muy deprisa.

Gabinete colgado en la sonrisa,

espolón de la luz puesta a rodar.

 

Allí que habita en salazón el mar:

estancia donde el alma tiene prisa

por dividir por su mitad la risa.

Allí que la madera fue el ajuar

 

y el beso se recoge en la estacada

entre una luz de luz entrecortada.

Comisura es de olor entretenida,

 

misterio del aroma entusiasmado,

allí que grita con vigor la vida

en un azur del ocre acostumbrado.

                                                                          

                                         Del libro: El libro de los olores