Pasado, burla y futuro (Soneto)

Fabio de Cabrales

Ahora que contemplo bien mi estado,
entiendo bien la senda que he seguido.
Vos mismo decidiste adónde has ido,
Fabio, y ya no te escapes del pasado.

No te escapes de todo lo pisado:
Tú quisiste seguir andando herido,
regando por tus pasos lo vivido,
ignorando al cantor que te ha insultado.

Las entrañas perdiste por tu canto,
y seguiste cantando en tus dolores,
y aun sufriendo por todos tus ardores,

seguiste con tu voz y su quebranto,
y ahora que contemplas, con espanto,
tu estado en este prado, coge flores.

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Comentarios5

  • Javier Julián Enríquez

    Muchas gracias, Fabio, por este bello y extraordinario soneto, «Pasado, burla y futuro» que describe todas las vicisitudes a las que tuviste que hacer frente. Sin embargo, la poesía te dio aliento y fuerzas de superación. Así, la poesía es vida, busca cada instante, cada anochecer, cada amanecer para brindarnos con su luz un nuevo despertar en nuestras vidas. La poesía es fuerza, dignidad, belleza, luz, esperanza en las tinieblas. La poesía es como una fuerza liberadora, un espacio de creación y resistencia donde cada joven voz puede resonar con autenticidad y valentía.
    Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio

  • Mari.o

    Al final, usted ha saboreado (y sigue) las mieles que de su empeño y gran entusiasmo forjaron en su oficio. Es decir, sus convicciones fueron acción en lugar de elucubraciones y quejas aisladas. Venció, y la poesía lo revistió con su túnica. Misma que lo impele a seguir viviendo. Le animo a seguir escribiendo. Reciba mi respeto y admiración.

    Con respeto le comparto lo siguiente con respecto a su obra:

    ALEGORIA DE LAS AVES
    Toda ave tiene el derecho inherente
    de volar. Algunas son de altos vuelos
    y otras vuelan bajito como queriendo
    disimular. Otras, prefieren caminar
    y subirse a las bardas o ramitas.

    Las aves no tienen temor de caerse
    pero si, a las alturas. A echar volando
    alto hasta alcanzar la espesura azulada
    iluminandose con el efluvio cosnpicuo.

    Esto mismo ocurre con el hombre:

    los hay caminantes y cantores;
                      quietos e incrédulos.

  • Salvador Santoyo Sánchez

    Excelente trabajo en este soneto.
    Siempre a travez del esfuerzo se consigue la victoria.
    Dejar que los perros ladren, te ha conducido al éxito.
    Mismo que ahora te envuelve en un manto dorado de
    virtuosismo.
    Respetuosamente, adelante estimado poeta Fabio de Cabrales

  • El Hombre de la Rosa

    Hermosoy genial tu bello soneto estimado poeta y amigo Fabio de Cabrales
    Recibe un afectuoso saludos desde España
    el Hombre de la Rosa.

  • JUSTO ALDÚ

    Este soneto se alza como un diálogo interior donde tu propio yo lírico, se enfrenta por fin a su verdad. El poema lo confronta con sus decisiones: no hubo destino impuesto, sino caminos escogidos aun cuando herían. Esa lucidez tardía —“ahora que contemplo bien mi estado”— funciona como espejo y sentencia. Es notable cómo tu reconoces que a pesar de todo persistes, casi por vocación inevitable, dejando que la poesía lo consumiera todo y a la vez te sostiene.

    El cierre introduce un gesto de reconciliación: en medio del espanto, aún queda espacio para recoger flores. Es una invitación a aceptar el pasado sin negar su dolor, a rescatar algo bello entre las ruinas del propio recorrido. En su estructura clásica y su tono íntimo, el poema se convierte en una reflexión sobre la identidad forjada a fuerza de heridas y de versos.

    Saludos



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