Reconfortado me sé,
por quien me ama, me perdona y me sonríe...
y siempre me lo dice,
que en su promesa salvadora sea creyente...
Luego sin pausa empiezo a alabarle...
¡Gloria a su nombre!
y nadie me oirá ya callarme,
de mi enlace en intimidad con Dios y la fe...
Es algo inenarrable,
como un rayo celestial sobre los mares...
¡Qué orfebrería de luces!
que hasta el agua brilla y en claridad fluye...
Y los ángeles del bien,
me esplenden las tres virtudes teologales,
que me serán por siempre,
la ruta a seguir hacia la eterna gloria. Amén.
Comentario de autor: Hoy es domingo, el día del Señor, y le he compuesto este poema a modo de oración. Que Dios os bendiga a todos/as...y os proteja del maligno.
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Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 7 de diciembre de 2025 a las 02:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Online)
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