El que lo sabe todo,
me dice que no haga daño al silencio,
por eso callo y escribo...
De tal modo lo glorifico,
que anhelo su reino beatífico del cielo.
¡Oh, Jesús del madero!
Me santiguo y me arrodillo,
y le entrego en la Cruz el poema florecido,
tan sensible al sufrimiento...
Luego, el Gran Milagro del Mundo,
Dios resucitado...
mi voz interior lo adora en silencio...
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Autor:
el brujo de letziaga (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de diciembre de 2025 a las 02:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Offline)
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