Rumiadas

Yo8oY

 

…Y le decía la vaca
a su querido hijo:
ojalá, amor mío,
se cumplan mis sueños;
tengas rico y costoso funeral,
con adornos, música y bailes,
en el mejor restaurant;
y tus tumbas sean
los más “refinados” vientres
de inconsciente sociedad.

¡Qué feliz sería!,
pues le tengo terror
a ser velada, revuelta
con añosos hermanos
o asquerosos porcinos,
y luego ser llamada
indefinida cecina o embutido.

¡No quiero que nuestros cadáveres
se presten para eso!

…Y le decía la vaca
a su ternero:
somos inocentes prisioneros;
y aun cuando se les dijo
“NO MATARÁS”,
a muerte nos sentenciarán,
nos ejecutarán,
y, para ocultar su delito,
nuestros cadáveres comerán,
sin sospechar siquiera
que de nuestro esencial instinto
nunca podrán escapar.

¡Dulce venganza:
el veneno escondido
en todo nuestro
cuerpo podrido!

Nuestro cementerio
es la humanidad;
las tumbas,
sus estómagos insaciables
que no nos dejan en paz.

Por satisfacer a su ídolo,
el insensato apetito,
animalizándose están.

 

Angel Miguel

  • Autor: Angel Miguel (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de diciembre de 2025 a las 13:03
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 6
  • Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
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Comentarios +

Comentarios1

  • Nkonek Almanorri

    El Humano es un carnívoro criminal, lo es por instinto y necesidad salvaje, quiero decir: Humana.

    • Yo8oY

      Gracias por comentar este poema, poeta, y entrgar tu personal posición, al respecto. Un gran abrazo.



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