En dos cielos
se partía tu risa,
que hacía un eco seco,
como tos ferina.
Cielos, dos cuerpos,
dos mentiras,
una más pálida,
la otra ausente,
en un cielo dividido,
un cielo con sol preciso,
haciendo tu sombra
y otro cielo más denso,
comiéndose la mía.
(¿Acaso los silencios tremendos que dejaste
y te alimentaron
te hicieron amable alguna vez?
Tu risa de desencanto
vestía de novia eterna los mejores años que tuviste
y quedaste de señora vieja
amontonada como equipaje de naufragio,
esperando más amor de lo que podías dar)
Tus palabras fueron lúgubres, desalmadas
siempre esquivas
girando en torno de ti y nada más
y por eso partías los cielos,
para salvarte sola
(Todos terminamos siendo inocentes)
El cielo de la noche en dos:
uno sórdido
el otro aún más.
Y no se querían,
no se amaban.
Una parte era tuya
y ambos eran míos
(No pude terminar de amarte)
-
Autor:
Asung Pen (
Offline) - Publicado: 4 de diciembre de 2025 a las 23:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.