Asung Pen

Dos cielos

En dos cielos

se partía tu risa,

 que hacía un eco seco,

 como tos ferina.

 

Cielos, dos cuerpos,

dos mentiras,

una más pálida,

la otra ausente,

 en un cielo dividido,

un cielo con sol preciso,

haciendo tu sombra

 

y otro cielo más denso,

comiéndose la mía.

 

(¿Acaso los silencios tremendos que dejaste

y te alimentaron

te hicieron amable alguna vez?

 

Tu risa de desencanto

vestía de novia eterna los mejores años que tuviste

y quedaste de señora vieja

amontonada como equipaje de naufragio,

esperando más amor de lo que podías dar)

 

 

Tus palabras fueron lúgubres, desalmadas

siempre esquivas

girando en torno de ti y nada más

 

y por eso partías los cielos,

para salvarte sola

 

(Todos terminamos siendo inocentes)

 

El  cielo de la noche en dos:

uno sórdido

 

el otro aún más.

Y no se querían,

 

no se amaban.

 

Una parte era tuya

y ambos eran míos

 

(No pude terminar de amarte)