Amor celeste

Paty Carvajal

En este retorno al hondo reposo

me duermo en tu seno -descanso-

llena el alma de paz y de sueños.

 

Lo sé, las estrellas son las mismas

que hace medio siglo atrás, más...

en esta velada, lucen diferentes.

 

Han venido absolutamente todas

-son tantas, son muchísimas-

y coquetas, se han vestido de gala.

 

Danzan... y sus destellos lanzan

desparramando su lindura,

su santidad, su magia,

en esta habitación

y en el poroso húmedo iris

de nuestra emoción.

 

Amor, el camino de ambos fue luengo:

a veces afónico, a veces estridente,

a veces propicio, a veces infernal,

a veces trémulo, a veces quieto.

 

De tanto en tanto, nos veía  

la ilusión de otra mirada

y más veces, sin esperanza,

la solitaria soledad.

 

No, no intentes adivinar

-nadie debe, nadie puede, es colosal-

las veces que quise desmayarme en ti,

oír tu latido, como quien procura

en un santiamén humano

inducir el devenir...

 

descifrarte, descifrarme,

descifrar, cada uno y todos,

los revocos y las lágrimas,

los avances y las pausas,

los desiertos y el agua.

Comprenderlo todo...

al no entender nada.

 

Más no, aquí ya no hay desaliento

que quien nos derramó su bendición

nos adivina, nos ayuda, nos avala,

nos coge las manos y el alma

porque de verdad, nos ama.

 

Es cierto -como negarlo-

llegamos a este templado reloj

un poco cansados, un poco pávidos,

un poco desconfiados, pero...

¡llegamos!

para, de la existencia, celebrar

este nuevo capítulo...

 

como ayer, como mañana,

como fue y dejó de ser

-sin nunca evaporarse-

como juntos, oramos fuera

como infinitamente hoy es...

 

no solo porque nos queremos...

sino porque además...

¡queremos querernos!

 

en este desnudarnos el perfil de frente

en este aceptarnos la risa y la desazón

 en este floreo del cuerpo y del corazón

 

en este revalidar nuestra historia

en esta rendición con sabor a gloria

donde ya nada... ¡nada más importa!

 

De la mudable casualidad

somos la sólida causalidad.

 

Tú y yo, transeúntes del amor

recuperándonos osadamente

tan transitorios como permanentes

sobrevividos, etéreos y conscientes,

donados al albur y a la suerte

en este indisoluble amor

tan terrenal como celeste.

.

.

.

P-Car

 

 

Paty Carvajal-Chile

N°1563 – 22.10.2023

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  • Autor: P-Car (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de diciembre de 2025 a las 08:48
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 1
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