Casa abandonada II

Manuel Valles

El tiempo me recibe en la estancia

con su mano tendida en el polvo.

Hay un halo de luna atrapado

en las viejas telas de la infancia.

 

La tristeza de junio se agolpa

y anuda lágrimas en los ojos

deshilados y hondos de la alfombra.

 

Pongo mi cansancio en una silla

y desde la escena de su enfado

escucho que gruñen las polillas.

 

La mesa está en un negro letargo

y en su brozna madera hay un plato

rebosante de gusanos secos.

 

La tarde es un brote de ictericia

-con su lengua enferma en las paredes-

El salitre abre su grande boca

devorando pintura y ladrillos.

 

Hay escobas conversando, tristes,

en un lenguaje que araña el suelo,

puestas en el sitio más ocioso

de un caído cobertizo en ruinas.

 

Hay cierta nostalgia en el ambiente,

como lloriqueo de fantasmas 

o una mataperrada de duendes:

voces ocultas en esta casa.

 

La humedad es una ancha lágrima 

que deja su aroma en los camastros.

La herrumbre es una costra pegada

en los tímpanos del crepúsculo.

 

Hay una puntualidad de sombras.

Oigo un sollozo conteniéndose,

encerrado en objetos inertes:

es la hora solemne de los muertos.

 

¡Oh, almas del purgatorio!

 

Reuníos en torno a este abandono

-cobijo decumbente del polvo-

y guardad para siempre las horas 

que el tiempo aprisionó en esta casa. 

 

 

 

 

 

  • Autor: Manuel Valles (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de diciembre de 2025 a las 03:59
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
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Comentarios +

Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Hermoso y genial tu poema estimado compañero de letras poeta y amigo Manuel Valles
    Abrazos de críspulo desde España
    El Hombre de la Rosa



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