Los ojos tristes
Las manos afligidas
El pecho yerto
Los pies exhaustos
Las luces de los autos
El claxon férreo del tranvía
Alguna vez fui feliz
Y no recuerdo cómo
Pierdo los días
Aplazo obligaciones
Siempre el mañana fue secuaz
Hoy es tormentoso
Me río fuerte
Para dejar de escuchar mis reproches
Y olvidar por completo la muerte
Que no temo, pero tampoco espero
Hay sensaciones diarias
La semana pasada
Bajó dios y me dijo:
“Tengo una vida atada en la garganta”.
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Autor:
William McCormick (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 3 de diciembre de 2025 a las 00:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: benchy43

Online)
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