ME SUMO A LA INTOLERANCIA

ME SUMO A LA INTOLERANCIA

Las personas que tengo a mi alrededor
avanzan, retroceden, se multiplican,
pero hacia dónde o con qué fin.
Sonríen, piensan, se transforman 
a ojos vistas, y yo discurro con ellos,
allá vamos donde quiera que se vaya.
Convivir trae esto,
se supone que vivir al lado o en contacto
trae esto.
A todas partes que voy
me muestro amable si puedo,
me sumo al goce, me sumo a la intolerancia
en un lamento constante,
viajamos en compañía, pero
¿ por qué o hacia dónde?
Me suele pasar que guardan
alguna carta escondida
pero yo me sumo al carro 
igualmente, al discurrir cotidiano, 
todos juntos, ¿qué más da?
Van conmigo todos juntos,
un pueblo entero y sus gentes
con su castillo y sus leyes,
patrullamos por lo antiguo de las calles
como grupo de aficionados al arte,
y no lo puedo evitar.
La paz resulta imprudente,
me incordian, nos incordiamos,
no hay fin que justifique el medio,
y ya no me puedo salir aunque me niegue.
Esta noche hacía un frío severo, muy agudo,
pero hemos seguido avanzando, compitiendo
hasta pasar por la plaza
todavía en construcción.

Gaspar Joveer Polo