Hace unos días, dirección al trabajo, vi tu coche aparcado en otro lugar.
No estaba lejos, apenas un desvío mínimo, pero suficiente para que, sin quererlo, se formara un nudo y se posara en mi estómago.
Vivimos cerca, no juntos.
Ese es el mantra que me repito como somnífero, pero unas veces calma y otras sólo adormece.
Tu coche ahí, quieto, impasible, como si no supiera lo que provoca.
Como si no entendiera que un metro más a la izquierda puede abrirme una herida.
Que un cambio de esquina es capaz de dejarme sin aliento.
Sigo conduciendo.
En el siguiente cruce cojo la primera a la derecha, vuelvo a centrarme en la carretera, y dejo que el asfalto me devuelva un poco de orden.
No lo consigue del todo, pero al menos me permite llegar al trabajo con la respiración estable y la seguridad calmada,
casi resignada,
de que mañana volveré a mirar a ese lugar...
aunque no quiera,
aunque no deba,
aunque no cambie...
nada.
-
Autor:
Cosas que nunca os he dicho... (
Offline) - Publicado: 24 de noviembre de 2025 a las 09:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.