Existe un momento en la vida
en que dejan de importarnos
la acumulación de dinero
el súper éxito laboral,
la moda y las marcas;
los pelambres, los eventos,
las noticias, las necedades,
las fachadas y el estatus.
Nos es indiferente
lo que pueda pensar o decir
el resto de la gente.
No toleramos sostener
una sola estresante discusión
en relación a ningún tema
o tener personas dañinas
ni a un centímetro cerca.
Y es que existe
un bendito instante
en que día a día
por un cedazo pasamos
las experiencias
y obtenemos para nuestra mente,
corazón y espíritu,
pura sabiduría.
Valoramos y procuramos
así sea una sola, honesta amistad,
una tranquila y extendida charla,
una recuperadora soledad
y un vivificante silencio.
Adoramos la lentitud, el descanso,
la música, una buena poesía,
un café a media mañana,
un vino al ocaso
y de quien de verdad nos quiere
un sorpresivo abrazo.
Por eso, nada reprocho a los años
ni a los pliegues en mi piel,
ni a los kilos ganados.
Ni a los logros o fracasos,
ni a quienes se han ido,
ni a los pasos errados.
Es mucho más relevante
sentir esta claridad en mi alma
y que mientras más cerca esté la muerte
-sin ni un poco temerle-
me sienta agradecida de aún aquí estar,
disfrutando del presente,
así, en este estado
de madurez y plenitud
donde me siento así de bien.
No es que todo sea perfecto
pero es muy bueno saber
que -desde el amor-
estoy dando lo mejor que puedo
a quienes más quiero
incluida yo.
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°1303 - 19.09.2021
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Protección: Safe Creative
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(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)
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Autor:
P-Car (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de noviembre de 2025 a las 09:16
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 2

Offline)
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