Llegué al lugar con deseo
la noche lo ameritaba
y paso a paso descubro
la belleza de su cara,
la suavidad de su piel
llenaba con fuerza mi alma
y con el gesto esperado
empezó lenta la magia.
Mis manos la descubrieron
y recorriendo su cuerpo,
me deslice hacia su falda
perdiéndome en sus adentros
escondiendo las mareas
bajo el hechizo del tiempo,
sí, como llovizna de uvas
su aroma envenenó mi huerto
y floreciendo las rosas
en mi jardín del deseo.
Se mecía con el viento
yo me solía perder
en los encantos siniestros
de su mancha y su pastel,
sus senos fueron estrellas
sus piernas en la avidez
comieron de mi poema
mis suspiros y mi ser.
El cansancio que yo tuve
lo quisiera repetir
y mientras que después de eso
ya no puedo ni dormir;
lentamente en estos días
triste me la paso así
con la humedad en mi cama
y calor no se quiere ir.
Yo fui para ella billetes
y para mí mercancía
con el precio de su boca
mis besos la perseguían
hasta encontrar el edén
silueta romana y fina
que desató mis demonios
y sucumbí a la porfía,
lograré borrar de mí
la marca de la desdicha
cuando nuevamente al fin
en mis brazos su voz diga:
un gusto que tú hayas vuelto
que necesites de mí
de mi calor, de mi cuerpo,
y que estaré para ti.
Llegué al lugar con deseo
la noche lo ameritaba
un nuevo idilio se crea
despertando en la manaña
luego de una larga noche
de pasión acelerada.
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Autor:
David Pech (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 13 de noviembre de 2025 a las 15:25
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 5

Offline)
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