Estoy cansado… de fingir sosiego,
de ser la llama que oculta el fuego;
de sonreír con el alma rota,
de alzar la voz… cuando nada brota.
Cansado estoy de ocultar el llanto,
de ser de todos y no ser tanto;
de ser refugio, sostén, abrigo,
cuando no tengo ni fe conmigo.
De ser el fuerte, de ser muralla,
de contener lo que el alma estalla;
de dar palabras que a mí me faltan,
de alzar los otros… mientras me aplastan.
Estoy cansado del propio alarde,
de este silencio que todo arde;
de mantenerme sin esperanza,
de sostener mi propia fraganza.
Cansado estoy de fingir cordura,
de ser el templo sin arquitectura;
de andar erguido, de ser decente,
cuando en mis ruinas no hay alma ausente.
Me pesa el aire, me abruma el día,
mi voz se quiebra, mi fe se enfría;
ya no me quedan ni sueños viejos,
solo naufragios… y sus reflejos.
Quisiera hundirme, dormir, callando,
dejar mi carga, dejar penando;
morir un poco, sin aspaviento,
sin ser el “fuerte”, sin fingimiento.
Y si algún día mi voz reposa,
ponedme flores… mas no hermosas;
ponedme lirios, marchitos, vanos,
como estos versos… de frías manos.
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Autor:
El Corbán (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 10 de noviembre de 2025 a las 12:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: William Contraponto, Jose de amercal, Santiago Alboherna, Rafael Perez Ortola, Jacho, Mauro Enrique Lopez Z.

Offline)
Comentarios3
uauu DR. pero q belleza de poema ! un canto a la vida, aunque con justicia los versos renieguen de ella
Cansado y en activo, así me gusta, con los bellos versos.
La buena rebeldía es así, en busca del mejor sentido.
Un placer de lectura.
Saludos cordiales.
Un gusto saludarle Cordobán, hermosas letras para reflexionar.
"Sin querer morir, el hombre de tanto vivir se cansa". Fuerte abrazo desde la distancia.
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