Y esta cosa mala
muy mala,
de sangre en la punta de los pelos
y espadas en los pelos de la nariz.
Escuchando soul de los setenta
para lavar los oídos
y permitir esperanzas de prosperidad
frente a ritmos que no son música
aunque nunca, tal vez jamás
podrán establecer la diferencia.
Quiero batirme en duelo,
luchar a brazo partido
contra el destino en ciernes
sobre mi cartera y mi lápiz labial.
Sin embargo,
mis manos están vacías
no golpeo a nadie,
no pongo los ojos morados
a la vieja amargada
compañera en mi clase de yoga
y quien se burla de mí,
la pobre desgraciada
no puede entender
como teniendo menos que ella
soy más feliz.
OLLIN
05/04/2011
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Autor:
Ollin (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 10 de noviembre de 2025 a las 10:58
- Comentario del autor sobre el poema: Practiqué Yoga durante diez y seis años hasta que descubrí que no estaba haciendo nada allí, no evolucionaba en la técnica físico-espiritual y quienes estaban allí tampoco me la hacían fácil. En contraposición, voy para seis años haciendo Tai Chi y cada vez adquiero más maestría en la ejecución de los esquemas y me siento mejor y más feliz.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: William Contraponto, Jose de amercal, Poesía Herética, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, benchy43

Offline)
Comentarios2
Todo tiene su tiempo y lugar
pero las esperanzas de triunfar
ésas nunca se terminan.
Bonitos versos amiga
Con cariño
JAVIER
Muchas gracias por leer el poema y comentarlo. Feliz día Javier.
Me encantó. Sobre todo la última parte esa que habla de la paz, la concordia y el buen entendimiento (ja já).
Cariños, que tengas una buena tarde.
Ruben.
Si exactamente así es Rubén. Esa es la razón por la que me fui del grupo de Yoga luego de casi dos décadas.
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