Carolina Ugas Pazos

Sutiles arrugas de la decadencia

Y esta cosa mala

muy mala,

de sangre en la punta de los pelos

y espadas en los pelos de la nariz.

 

Escuchando soul de los setenta

para lavar los oídos

y permitir esperanzas de prosperidad

frente a ritmos que no son música

aunque nunca, tal vez jamás

podrán establecer la diferencia.

 

Quiero batirme en duelo,

luchar a brazo partido

contra el destino en ciernes

sobre mi cartera y mi lápiz labial.

 

Sin embargo,

mis manos están vacías

no golpeo a nadie,

no pongo los ojos morados

a la vieja amargada

compañera en mi clase de yoga

y quien se burla de mí,

la pobre desgraciada

no puede entender

como teniendo menos que ella

soy más feliz.

 

OLLIN

05/04/2011