Te acercas, muerte, altiva y sin demora,
creyendo que mi adiós será estridente,
que el pulso ha de ceder intransigente
y se disolverá en sombra mi aurora.
Mas ya morí mil veces, perdedora,
y para tu negocio soy mal cliente:
tu cruz me es familiar, por consiguiente,
llegaste con retraso a mi última hora.
Conozco infierno y cielo por igual,
y siempre navegué por el quebranto
a bordo de un velero de cristal.
Me desangré en mis versos: por lo tanto,
me río de tu látigo letal,
pues mi alma queda implícita en mi canto.
-
Autor:
Demencia otoñal (
Offline) - Publicado: 9 de noviembre de 2025 a las 15:02
- Comentario del autor sobre el poema: A los y a las poetas no se los lleva la muerte, se dejan la vida en sus versos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
- Usuarios favoritos de este poema: Paty Carvajal, JoseAn100, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, Cosas que nunca os he dicho...

Offline)
Comentarios1
Qué belleza de versos, contundentes y vulnerables al mismo tiempo, las características de este arte tan valioso. Un saludo desde Viña del Mar, Chile. Paty
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.