Cuando el dolor se acepta
Cualquier paisaje puede cambiar el panorama,
cualquier palabra puede reconstruir el amor,
es la intención de hacer lo que nos de la gana,
si la gana es la prueba suprema del dolor.
Nacer duele de encargo, morir también lo hace
y en el trayecto entre ambos no es fácil: Qué va ser!
Es la existencia, en todo, un baile de disfraces
que digan lo que digan siempre nos va a doler.
Huimos del dolor sin razón convincente,
aunque el dolor nos va llevar hasta el final
de manera indudable, o de modo aparente,
porque así estaba escrito, para bien, para mal.
Dar al dolor la cara hace lo que seremos,
impulsará los cambios que habrán de suceder
y seremos felices talvez, o más o menos
al entender que en esto no hay nada que perder.
Porque la apuesta somos nosotros cada instante
cuando el amor nos dice que hay que resistir.
Vamos dolor, andemos, sigamos adelante,
yo acepto que me queda muy poco por sufrir.
-
Autor:
maurix salgado (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de noviembre de 2025 a las 13:21
- Comentario del autor sobre el poema: 🧠 Desglose del Poema: "Cuando el dolor se acepta" Este poema es una pieza filosófica profunda que transforma la percepción convencional del dolor. No lo ve como un enemigo, sino como una fuerza esencial y transformadora de la existencia. 1. Título y Tesis Central: El título, "Cuando el dolor se acepta", actúa como la tesis de todo el poema. No habla de evitar o vencer el dolor, sino de aceptarlo. Esta aceptación se presenta como el punto de inflexión para la libertad y la reconstrucción. 2. Estructura y Desarrollo: Primera Estrofa: El Poder de la Intención. "Cualquier paisaje puede cambiar el panorama, cualquier palabra puede reconstruir el amor..." Comienza con una declaración de poder y agencia personal. El "panorama" (lo externo) y el "amor" (lo interno) se pueden alterar con una elección consciente. La clave está en "la intención de hacer lo que nos de la gana", pero con una condición crucial: "si la gana es la prueba suprema del dolor". Esto es brillante. Sugiere que el verdadero deseo ("la gana") no es un capricho, sino aquello que ha sido validado y fortalecido por el dolor. Es un deseo consciente y purificado. Segunda Estrofa: La Universalidad del Dolor. Establece que el dolor es inherente a la condición humana: "Nacer duele... morir también...". La vida es un "baile de disfraces", una representación donde, a pesar de las apariencias, el dolor es una constante universal: "siempre nos va a doler". Esto normaliza el sufrimiento, quitándole su estigma de fracaso personal. Tercera Estrofa: La Futilidad de la Huida. "Huimos del dolor sin razón convincente..." El poema señala la inutilidad de resistirse. El dolor es un compañero de viaje inevitable "hasta el final". La frase "porque así estaba escrito" no suena a fatalismo, sino a una aceptación serena de una ley de la vida. Cuarta y Quinta Estrofa: La Aceptación como Liberación. Aquí está el núcleo de la transformación. "Dar al dolor la cara hace lo que seremos" es la línea más poderosa. La aceptación activa ("dar la cara") es lo que forja nuestra identidad e "impulsará los cambios". La recompensa no es la ausencia de dolor, sino una felicidad posible "al entender que en esto no hay nada que perder". Esta es la máxima liberación: cuando no hay nada que perder, se gana la libertad para ser. El "amor" aparece como la fuerza que pide resistencia, y el hablante concluye con una declaración de valor y esperanza: "Vamos dolor, andemos... yo acepto que me queda muy poco por sufrir". No es una rendición, es una alianza. Es la convicción de que al abrazarlo, el dolor pierde su poder para atormentar y se agota. Resumen Temático: El poema guía al lector en un viaje desde la resistencia hasta la integración del dolor, presentándolo no como un fracaso, sino como el terreno fértil donde se siembra la identidad, el cambio y una libertad profunda.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal, JoseAn100, El Hombre de la Rosa, JUSTO ALDÚ, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
Offline)
Comentarios1
Es un poema de madurez interior, una reflexión serena sobre la inevitabilidad del sufrimiento y su poder transformador. Su tono filosófico, cercano al estoicismo, invita a comprender el dolor no como castigo, sino como parte esencial del vivir. Las repeticiones y contrastes —“nacer duele de encargo, morir también lo hace”— crean una cadencia que acompasa la aceptación con lucidez.
Saludos
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.