Sufrí, desde el altivo cénit de mi vanidad,
la fatua fe de mi egoísmo impuro
al pretender tu amor sin más apuro
que tu alma, el tiempo y su leve cantidad.
El tiempo se agrandó, y en su realidad,
se alió con el destino, en un conjuro
de amor que ocupará mi ruin futuro
mostrándome así mi pobre calidad.
Ahora deambulo enamorado
sintiéndome perdido en mi fracaso,
odiándome, como odia el vanidoso
su propia necedad de mentiroso,
llorando por mi amor, que es todo ocaso
y por tiempo y destino repudiado.
JOSE ANTONIO GARCIA CALVO
-
Autor:
jagc (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 6 de noviembre de 2025 a las 09:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 143
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, JoseAn100, Alma Eterna, Llaneza, Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri, Poesía Herética, Nelaery, JUSTO ALDÚ, alicia perez hernandez, Alexandra I, EmilianoDR, Éusoj Nidlaj, WandaAngel, migreriana, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Jaime Correa, Mª Pilar Luna Calvo, MISHA lg, Cosas que nunca os he dicho..., William Contraponto, Ricardo Castillo., Gonzalo Márquez Pedregal, Mael Lorens, Raiza N. Jiménez E., antonio cuervo, mauro marte, Emilia🦋, Ehur Orth, Elise Beher

Offline)
Comentarios2
La vanidad es el pecado o defecto más extendido. Más incluso que la envidia. Sería interesante un estudio de frecuencias absolutas y relativas ajenas y propias. Saludos José Ángel.
Tanto la vanidad como la envidia don enemigos del amor, de la amistad.
Ambos impiden la relación con otros seres, y quienes sufren estos sentimientos, son los primeros que sufren por ellos.
Muchas gracias por compartirlo, poeta JAGC.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.