Hay cosas que sobran,
que la entropía las daña
hasta el punto de que me
jor que se desintegren so
bre de donde han venido
—para qué prolongar una
agonía— y sirvan de mol
de, de pasto, de mimbre,
a las demás cosas que, por
necesidad sideral, tienen qu
e surgir, aparecer, sin que,
cuando sean conscientes de
su existencia, se lleguen a
explicar, lleguen a entender
por qué están ahí, donde est
án.
Este párrafo que acaba de
morir, ya muerto, sirve de
preámbulo a una anécdota,
por darle un nombre, que su
cedió ayer, entre las cuatro
y las seis de la tarde, de una
tarde aciaga, de esas que, un
a vez pasadas, deben eliminar
se del calendario como todo e
l cúmulo de archivos que sobr
antes del usar diario de un pc
fungen a modo de excremento
estulticio, de pecina que el agua,
nunca pura, dejar sobre el fondo
al ser estancada por el azar.
Hay cosas que sobran, sí,
y si sobran, y al constatar feha
cientemente que han sobrado,
hasta el punto de que no es re
versible su reutilidad, hay que t
ener la valentía, el arrojo, de ti
rar a la basura, a algún conten
edor que a la postre se disponen
junto a otros para ese tipo de de
secho.
Hay cosas..., la entropía nos
devuelve a de donde venimos
por fortuna —así no engrosam
os la ya excesiva basura espaci
al jaja—.
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Autor:
Albertín (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 4 de noviembre de 2025 a las 18:47
- Comentario del autor sobre el poema: La esencia de las cosas no basta a presentarlas a la vista.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez

Online)
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