Oh, costurera de lino y de sombra,
tu aguja de hielo, tu fino veneno,
me llama la penumbra con ecos y alfombra,
me rompe en la calma del lago sereno.
Dulce tormento, punzada clara,
único latido que no miente,
que el alma en sombras alumbra y para
y ordena el caos de la frente.
Lejos del mundo, su luz y su asombro,
lejos de miradas que mancillan el nombre,
sólo la luna es testigo en su alfombro
de este rito amargo que sabe a hombre.
Es una promesa hecha al vacío,
un juramento que la carne sella,
el más triste y antiguo desafío,
ser dueño de una herida que es estrella.
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Autor:
Dianne Daxton (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 2 de noviembre de 2025 a las 13:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez, EmilianoDR, Poesía Herética

Offline)
Comentarios1
Me encanta tu rimar, me recuerda al gran poeta Rubén Darío... Es como dar un paseo tomado de la mano por tus letras, en hora buena saludos 🙏
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