Aquí, en la hora de la ausencia
languidece
mi sentido del humor y mi mano degollada
Sangre se derrama sobre la mugre
nacen
saprótrofos
versos
arrepentimientos.
El hedor de mis fracasos
pulula
contamina el aire que respiro
Y prefiero ahogarme
en el llanto de la nada
Oh, señora del vacío, dame de tu plenitud.
Bendita dama de la indiferencia,
dame la entereza
para terminar con esto
con mis propias manos.
Ahora, el ocaso de la espera
se dilata, convalece, y se ausenta
tanto mi nombre como tu sombra.
Y es mejor fingir que muero.
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Autor:
Arturo Hernández (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 2 de noviembre de 2025 a las 02:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Online)
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