lo que la roja sangre de su gracia
ni un cosmos de lucientes esmeraldas
logra lo que su muerte redentora.
No alcanza la turquesa de las olas
ni para una mañana inmaculada,
que no hay nada que supla lo de un alma,
solo la inmolación de su Persona.
En sus llagas está la plata buena,
gratis para la vida perdurable
que se da por amor al escogido
Gota a gota se bebe luz eterna,
sanamos plenamente con la sangre
que un día fue obsequiada en sacrificio.
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Autor:
Enrique Fl. Chaidez (
Offline) - Publicado: 1 de noviembre de 2025 a las 01:54
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque

Offline)
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