Ella encuentra sus delirios más alocados.
Lo disfruta todo: cada caricia, cada movimiento.
Él en ella, ella colmada de él.
La lleva en cada gesto, en cada posición,
dando sentido a lo que natura había dispuesto:
el acto más antiguo y puro de sobrevivencia.
Él está ahí…
Ella puede sentirlo, gozarlo,
disfrutar lo más bello de su calor de hombre.
Yo… solo mirar el pasar caliente,
que debería ser mío.
En una lucha intensa entre el placer y la razón,
ambas combatimos por su incierto amor.
Mientras ella solo goza, yo solo sufro.
Debería ser yo quien ocupe ese lugar, no esta mujer.
Yo debería plantarme, exigirle
sus besos, sus caricias,
que tanto juntas deseamos.
Pero yo… yo las merezco.
Lo amamos tanto,
y... ¿él me ama a mí?
Yo debería estar ahí.
¡Debo parar esto!
No puedo seguir inmóvil ante tal acto.
Cada vez más, los impulsos me empujan a hacerlo…
¿Qué pasaría? ¿Cómo reaccionaría él? ¿Qué sería de ella?
Al descubrirme, al quitarla,
al arrancar la piel de esta otra mujer,
quebraría este vivo momento que atónita observo.
Lo hice…
Desolación.
Quietud.
Silencios han llegado.
He vencido a esa mujer.
Mas ha sido en vano.
En mi desgracia, cansada, sin fuerzas
tras esta lucha inútil.
¿Qué he hecho?
¿Dónde está?
¿Qué es eso?
Escucho un respirar.
¿Podría ser él?
Debe ser él… pero apagado, distante.
¿Qué pasa?
Esta oscuridad me confunde.
Siento su presencia, pero no lo veo.
Si tan solo fuera capaz, como ella, de traerlo aquí.
Quizás si fuera ella,
también yo podría sentir su sentir.
Mas hasta ahora es solo inquietud, dolor y pena.
Su respirar nuevamente…
Lo escucho. Puedo sentirlo. Es él.
Ohh…
Más fuerte, más intenso, más cercano.
Ohh…
Siento sus caricias, sus besos, su calidez.
¿Me ha visto?
Estoy aquí, encerrada en su cuerpo.
Ilusa…
Creí que me había visto, pero no.
No se ha ido.
Sigue aquí, burlándose de mí:
la mujer deseada, la buscada por él.
Ella no soy yo.
Yo estoy en ella, sí.
Ella…
Una vez más me ha vencido.
Y vencida, solo grito para él en silencio:
Estoy aquí, encuéntrame…
Silvana Ibáñez
(05/05/2024)
-
Autor:
Silvana Ibáñez (
Offline) - Publicado: 30 de octubre de 2025 a las 08:19
- Comentario del autor sobre el poema: “Ella, él y yo” nace de ese desdoblamiento: la mujer que él toca y la mujer que realmente soy. Ambas comparten su deseo, pero solo una guarda el alma que él aún no ha descubierto.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri, William26🫶, Poesía Herética, ✏️...Ana, ANGHELUZ., Carlos Baldelomar, Emilia🦋, Salvador Santoyo Sánchez, Tommy Duque, ElidethAbreu

Offline)
Comentarios4
Poeta...
Cuanto conflicto, por Dios
entre ella, él y tú...
Yo creo será mejor
cual resumen de Lerú...
Que hagan las pases los tres
y se turnen por momentos,
porque la vida ésta es...
Super fugaz en el tiempo! 👍🏻🤷🏻♂️
😉
Gracias por tus letras inspiradoras.
Ten un bonito día!
jajjajaj
Gracias por el humor!
Por nada poeta!
Mujeres únicas, mujeres especiales, extraordinarias, cuya esencia habita en mil aristas, todas hermosas, lograr llegar a cada una de ellas, con caricias y besos el más hermoso de los retos para hombres muy afortunados.
Un beso para ti Silvana !!!
Llegar a descubrirlas por completo, un verdadero reto!!
Gracias por comentar Angheluz!
Saludos de Paraguay
Loas a ambas mujeres querida Silvana.
Preciosas letras.
Afectuosos abrazos y mis aplausos.👏
A veces nos sentimos mas una, otras mas de la otra...
Gracias Elideth. Abracitos de las dos 🙂
Eso pasa hasta en las mejpres familias.
Creo, esa experiencia vivió en mi.
pero siempre se escoje la que toca el corazón,
de nada importan las voluptuosidaes,
si la conducta de la mujer es la que roba el alma.
Saludos poetisa Silvana Ibáñez
Eso es un alivio y es esperanzador...
Gracias Salvador por tus palabras.
Saludos desde Paraguay
🙋🏻♂️👍🏻
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.