Silvana Ibáñez

Ella, él y yo. (prosa poética narrativa)

 

Ella encuentra sus delirios más alocados.
Lo disfruta todo: cada caricia, cada movimiento.
Él en ella, ella colmada de él.

La lleva en cada gesto, en cada posición,
dando sentido a lo que natura había dispuesto:
el acto más antiguo y puro de sobrevivencia.

Él está ahí…

Ella puede sentirlo, gozarlo,
disfrutar lo más bello de su calor de hombre.

Yo… solo mirar el pasar caliente,
que debería ser mío.

En una lucha intensa entre el placer y la razón,
ambas combatimos por su incierto amor.
Mientras ella solo goza, yo solo sufro.

Debería ser yo quien ocupe ese lugar, no esta mujer.
Yo debería plantarme, exigirle
sus besos, sus caricias,
que tanto juntas deseamos.
Pero yo… yo las merezco.

Lo amamos tanto,
y... ¿él me ama a mí?
Yo debería estar ahí.

¡Debo parar esto!
No puedo seguir inmóvil ante tal acto.
Cada vez más, los impulsos me empujan a hacerlo…

¿Qué pasaría? ¿Cómo reaccionaría él? ¿Qué sería de ella?
Al descubrirme, al quitarla,
al arrancar la piel de esta otra mujer,
quebraría este vivo momento que atónita observo.

Lo hice…
Desolación.
Quietud.
Silencios han llegado.
He vencido a esa mujer.

Mas ha sido en vano.
En mi desgracia, cansada, sin fuerzas
tras esta lucha inútil.

¿Qué he hecho?
¿Dónde está?
¿Qué es eso?

Escucho un respirar.
¿Podría ser él?
Debe ser él… pero apagado, distante.

¿Qué pasa?
Esta oscuridad me confunde.
Siento su presencia, pero no lo veo.
Si tan solo fuera capaz, como ella, de traerlo aquí.

Quizás si fuera ella,
también yo podría sentir su sentir.
Mas hasta ahora es solo inquietud, dolor y pena.

Su respirar nuevamente…
Lo escucho. Puedo sentirlo. Es él.

Ohh…
Más fuerte, más intenso, más cercano.
Ohh…
Siento sus caricias, sus besos, su calidez.

¿Me ha visto?
Estoy aquí, encerrada en su cuerpo.

Ilusa…
Creí que me había visto, pero no.
No se ha ido.
Sigue aquí, burlándose de mí:
la mujer deseada, la buscada por él.

Ella no soy yo.
Yo estoy en ella, sí.
Ella…
Una vez más me ha vencido.

Y vencida, solo grito para él en silencio:

Estoy aquí, encuéntrame…



Silvana Ibáñez

(05/05/2024)