La tarde es un incendio de nostalgia y memoria
que va encerrando dentro de mi pupila
lágrimas de niebla; se evapora el dolor
tras la lejanía del momento.
La tarde es un vestigio del mar
su rabia ensangrentada mancha
la espuma del frío:
no sabe diferenciar entre lo cotidiano y la fantasía,
vivo atrapado en una mezcla de ficciones y realidades.
La tarde es una dulce sonrisa fingida
que suele borrar sus huellas dentro una taza;
el descafeinado símbolo del exilio
se ahoga lentamente y las olas de la realidad
me arrastran hacia la orilla del tedio y la desidia.
La tarde es la única constante que lucha
entre sí; un tira y afloja del destino
una larga vera de posesión y condenación.
La tarde es un incendio de nostalgia y memoria
y dentro de ella me quemo ante la adversidad
y la lejanía del momento.
Mis lágrimas de niebla se evaporan de mi rostro.
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Autor:
El rey pálido (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 29 de octubre de 2025 a las 22:07
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, Mauro Enrique Lopez Z.

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