Mire al espejo con calma y fijamente,
Y el reflejo también quieto se quedó.
Agité una mano suavemente
y el reflejo quieto se quedó.
No convencido aún movía la otra,
aún más suave, pausadamente,
y entendí que el reflejo era otra cosa,
pues sin moverse me miraba fijamente.
Curioso al fin, toque el espejo,
y la cosa de la mano me agarró
dejándome helado y perplejo.
Me jalo hacia ella y a mi aliento se amarro.
Vivo ahora en el espejo imitando todo;
después de que la cosa, mi alma desgarro.
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Autor:
Caballo Negro. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 29 de octubre de 2025 a las 13:55
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 2

Offline)
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