Busco en vano asidero en la mudanza,
mientras fluye el destino cual torrente;
mi espíritu, cual náufrago doliente,
entre dudas y anhelos se abalanza.
¿De qué sirve atesorar la bonanza
cuando el tiempo, inexorable y doliente,
deshace entre sus dedos, inclemente,
cuanto el mortal en su ambición alcanza?
Mas hallo en la virtud mi fortaleza,
no en el oro que ciega al insensato,
ni en laureles de efímera nobleza;
y aunque el mundo me juzgue con recato,
prefiero cultivar honda pureza
que rendirme al fugaz y vano trato.
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Autor:
Javier Julián Enríquez (
Offline) - Publicado: 28 de octubre de 2025 a las 18:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 474
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, Antonio Pais, Rafael Escobar, Salvador Santoyo Sánchez, alicia perez hernandez, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Mauro Enrique Lopez Z., ElidethAbreu, Sierdi, Éusoj Nidlaj, JUSTO ALDÚ, Lualpri, MISHA lg, LOURDES TARRATS, El Hombre de la Rosa, Lucía gómez, Jose de amercal, Mª Pilar Luna Calvo, Emilia🦋, Carlos Baldelomar, Maxi Aristarán, Alma Eterna, Enrique Fl. Chaidez, William26🫶, Elise Beher, Jaime Correa, Francisco Javier G. Aguado 😉, Fabio de Cabrales, Raiza N. Jiménez E., Tommy Duque, JoseAn100, CBR, Rafael Merida Cruz-Lascano, Manuel Valles, Alosno, Mael Lorens, Lincol, WandaAngel, AnnaSerena28, Andres V. Almiña Negrete, Justo Barreda, Jorge L. Casado

Offline)
Comentarios12
Bello poema que lleva a la reflexión, bien lo dice el título.
Un gusto pasar y leer.
Recibe mi abrazo Javier
Muchas gracias, Llaneza, por la lectura del poema y apreciado comentario
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Un poema que tiene la esencia de las liras de Fray Luis de León el cual pasó su vida buscando la armonía del alma con el mundo a través de la humildad y pureza de corazón. Mi admiración viaja hacia ti con mi fraternal anrazo y mi leal aprecio a tu dilecta amistad.
Muchas gracias, Rafael, por la lectura del poema y valioso comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Vanidad es dinero reluciente
mejor atesorar esas virtudes
Cultivar la pureza refulgente
No deben importar vicisitudes.
Muy buenas letras reflexivas en este mundo actual, dónde ya casi nadie piensa en las virtudes, y menos el la justicia, o en la fé, la esperanza y la caridad.
Saludos estimado poeta amigo Javier Julián Enríquez ✅🙋🏻♂️👍🏻
Muchas gracias, amigo Salvador, por tus bellas palabras y tu valioso análisis e interpretación del poema. Así es, debemos reflexionar sobre la primacía de los valores trascendentales en un mundo que, con frecuencia, los ignora. Por ende, «la justicia, la fe, la esperanza y la caridad», pilares fundamentales quedan relegados en favor de la superficialidad.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
✅✅✅🙋🏻♂️
Querido Javier Julián, que belleza al encontrar fortaleza en la virtud.
Ser fuerte no es alzar muros, sino raíces. La virtud no grita, florece en el silencio de quien elige el bien aun cuando nadie mira. Es la calma que sostiene al justo en medio del ruido, la luz que no se apaga aunque sople el viento del mundo.
Ser virtuoso es mantenerse de pie sin perder ternura, es mirar la sombra sin volverse sombra, y levantar del polvo la esperanza como quien levanta un templo. Porque la verdadera fortaleza no está en vencer, sino en permanecer puro cuando todo invita a caer.
Abrazos y me ha llenado de un hermoso sentir.
Muchas gracias, amiga Elideth, por tus bellas palabras con un análisis impregnado de gran excelencia:
«Ser virtuoso es mantenerse de pie sin perder ternura, es mirar la sombra sin volverse sombra, y levantar del polvo la esperanza como quien levanta un templo».
Así, ser virtuoso implica mantenerse íntegro, enfrentar los desafíos sin sucumbir a ellos y elevar la esperanza como un faro que ilumina el camino.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Gracias y mis abrazos.
Amigo Javier Julian,
Este soneto revela una hondura filosófica que se articula con rigor formal y una admirable sensibilidad existencial. En su estructura clásica, el poema no solo responde a una convención métrica, sino que, siguiendo la lógica de la poises como creación consciente y orientada, da cuenta de una experiencia vital transfigurada en forma artística.
La imagen del “náufrago doliente”, que oscila entre dudas y anhelos, no remite únicamente a una metáfora existencial, sino que activa, desde una lectura hermenéutica, un signo cargado de historicidad: el sujeto que, en medio de un mundo mutable, busca asidero ontológico. Tal como señala Eagleton, la literatura no es solo reflejo de la realidad, sino una forma de interpelarla desde el lenguaje que, en este caso, intensifica y extraña la percepción cotidiana de la existencia.
La segunda estrofa propone una crítica lúcida al espejismo de la bonanza material, develando —como diría Hernández Guerrero— el tránsito de lo contingente hacia lo ético, en un proceso de actualización simbólica. El tiempo, “inexorable y doliente”, se presenta no solo como agente destructor, sino como catalizador de conciencia: una noción próxima a la estética clásica de la virtud como perfección moral.
En el terceto final, el hablante lírico opta por la interioridad, en una decisión que es a la vez estética y ética. Renuncia al “fugaz y vano trato” con el mundo, afirmándose en una convicción que desafía la mirada externa. Esta resolución está inscrita en la tradición estoica y cristiana, pero, al evitar el dogmatismo, encuentra una voz introspectiva que, lejos de imponer una verdad, propone una experiencia contemplativa.
En su conjunto, el poema puede leerse como una manifestación de esa “literatura como forma privilegiada de conocimiento” que el pensamiento contemporáneo reivindica: no como vehículo de verdades absolutas, sino como espacio donde el lenguaje poético —transformado, en palabras de los formalistas, en una organización especial del discurso— abre un horizonte de sentido que interpela, consuela y conmueve.
Gracias por escribir hermosamente.
Un abrazo,
-LOURDES
Muchas gracias, amiga Lourdes, por este gran análisis, que representa una valiosa contribución e interpretación magistral de este poema, que se fundamenta en una exhaustiva exploración de sus elementos esenciales, y que pone de manifiesto la ejemplificación de «la literatura como conocimiento, que abre un horizonte de sentido que interpela, consuela y conmueve».
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Igualmente, amigo Javier.
Como ya sabes, me gusta ver el fondo del poema.
Este soneto, de estructura clásica y lenguaje sobrio, reflexiona con profundidad sobre la fugacidad de lo material y la búsqueda de una virtud más perdurable. La voz poética, consciente de la inestabilidad del destino y del tiempo que todo lo disuelve, adopta una postura filosófica que recuerda al estoicismo y al humanismo renacentista. Hay en sus versos una tensión entre el desaliento del náufrago y la serenidad del sabio que encuentra refugio en la virtud. El equilibrio métrico, el tono elegante y la dicción culta contribuyen a reforzar su carácter meditativo y moral. En esencia, es un poema sobre la dignidad interior frente a la corrupción del mundo, una defensa del espíritu frente a los oropeles de la vanidad.
Saludos Javier Julián.
Muchas gracias, amigo JUSTO, por tu análisis magistral sobre el poema y por tus observaciones que aportan una nueva perspectiva. Así, tu exposición acerca de la fugacidad de lo material y la virtud perdurable, en concordancia con la perspectiva filosófica evocada por el estoicismo y el humanismo, proporciona una interpretación de gran valor del poema, toda vez que enfatiza la dignidad interior en contraposición a la vanidad.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
bellas letras poeta
gracias por compartir
Mas hallo en la virtud mi fortaleza,
no en el oro que ciega al insensato,
ni en laureles de efímera nobleza;
besos besos
MISHA
lg
Muchas gracias, MISHA, por tus bellas palabras y apreciado comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Hermoso tu genmial soneto estimado poeta y amigo Javier Julian Enríquez
Saludos desde Belalcazar en la Córdoba española
El Hombre de la Rosa
Amigo Críspulo, deseo expresar mi más sincero agradecimiento por la lectura del poema y el sentimiento que transmiten tus palabras.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio desde València
Precioso poema, la cordialidad ante todo, abrazo Javier
Muchas gracias, Dulce, por tus bellas palabras y apreciado comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Dios, que bueno. Has clavado el soneto¡
Muchas gracias, Alosno, por la lectura del poema y apreciado comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Un poema clásico y reflexivo, que exalta la virtud y la pureza del espíritu por encima de las riquezas y la vanidad del mundo.
Saludos.
Muchas gracias, Lincol, por la lectura del poema y valioso análisis.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
Me encanto!
Muchas gracias, Andrés, por la lectura del poema y apreciado comentario.
Un cordial saludo y fuerte abrazo con mi más afectuoso aprecio
De nada, mi estimado, profundo, claro y sencillo a la vez. Y buenos versos.
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