Javier Julián Enríquez

Reflexiones de un Poeta Errante

Busco en vano asidero en la mudanza,
mientras fluye el destino cual torrente;
mi espíritu, cual náufrago doliente,
entre dudas y anhelos se abalanza.

¿De qué sirve atesorar la bonanza
cuando el tiempo, inexorable y doliente,
deshace entre sus dedos, inclemente,
cuanto el mortal en su ambición alcanza?

Mas hallo en la virtud mi fortaleza,
no en el oro que ciega al insensato,
ni en laureles de efímera nobleza;

y aunque el mundo me juzgue con recato,
prefiero cultivar honda pureza
que rendirme al fugaz y vano trato.